Por Pablo Cúneo
¿Por qué morimos?, pregunta el niño;
para ser olvido, afirma el incrédulo;
para elevarnos, responde el creyente;
para no ver la muerte, sostiene el poeta.
¿Qué muerte?, pregunta el niño;
la del Padre, afirma el incrédulo;
la del cuerpo, responde el creyente;
la del futuro, sostiene el poeta.
Leia mais em Freud Explica
Nenhum comentário:
Postar um comentário